En la actualidad, la prevalencia del
síndrome de Asperger en la población es entre 20 y 25 personas afectadas por cada 10.000 .Es mucho más frecuente en varones que
en mujeres, con una proporción de 8 varones por cada mujer.
No se conoce de forma exacta el origen de los
trastornos del espectro autista, ni tampoco del síndrome de Asperger.
Aunque las investigaciones conducen a que puede tener origen
biológico. Se han encontrado diferencias en estructuras y en regiones
específicas del cerebro de niños con trastorno del espectro autista en
comparación con sus iguales sin dicho trastorno.
Estas diferencias aparecen, por
ejemplo, en ciertas zonas cerebrales donde se ha dado una migración anormal de
células durante el desarrollo del feto.
Se ha observado también, un aumento
de las conexiones neuronales entre los lóbulos frontales del cerebro, el
sistema límbico y las zonas temporales, que son la base para el desarrollo de
capacidades que permiten la adquisición adecuada de las funciones superiores.
Los factores genéticos también parecen tener
importancia en los TEA. Por ejemplo, se observa el factor hereditario entre el
37% y el 90% de las personas afectadas por este trastorno. Y hasta un 15% de
los casos se asocian a una mutación genética.
Cuando hablamos de causas de los trastornos del espectro autista, se
tienen en cuenta factores de riesgo tales como la edad
avanzada de los padres o el bajo peso al nacer.
Las manifestaciones tempranas de los trastornos del espectro autista han
sido investigadas y revisadas desde distintas fuentes, y proporcionan el apoyo
a las explicaciones psicológicas que ponen el énfasis en
considerarlo un trastorno del desarrollo, en el que se ve afectada la
constitución de las competencias sociales, que en un desarrollo normal se
pueden observar a partir del último trimestre del primer año de vida.
Es importante mencionar que en cuanto al Síndrome de Asperger, la
investigación actual señala a las anormalidades cerebrales como la causa . Usando técnica avanzadas de imágenes
cerebrales, los científicos han revelado diferencias estructurales y
funcionales en regiones específicas de los cerebros de niños normales
comparados con niños con SA. Estos defectos
más probablemente están causados por la migración anormal de células
embriónicas durante el desarrollo fetal que afecta la estructura cerebral y el
“cableado” y luego va a afectar los circuitos neurales que controlan el
pensamiento y el comportamiento.
Por ejemplo, un estudio encontró una reducción de la actividad cerebral
en el lóbulo frontal de niños con SA cuando se les pidió que respondieran a
tareas que requerían el uso de criterio.
Otro estudio encontró diferencias en la actividad cuando se les pidió a
los niños que respondieran a expresiones faciales. Un estudio diferente que investigó la función
cerebral en adultos con SA reveló niveles anormales de proteínas específicas
que se correlacionan con comportamientos obsesivos y repetitivos.
Los científicos han sabido siempre que debía haber un componente
genético en SA y en los otros trastornos autistas debido a su tendencia
hereditaria. Se observó evidencia
adicional para el vínculo entre las mutaciones genéticas heredadas y SA en la
mayor incidencia de familiares que tienen síntomas de comportamiento similar a
SA pero de forma más limitada. Por
ejemplo, tenían dificultades leves con la interacción social, el lenguaje y la
lectura.
Sin embargo, nunca se ha identificado un gen específico para SA. En cambio, la investigación más reciente
indica que es probable que haya un grupo común de genes cuyas variaciones o
supresiones hacen que una persona vulnerable desarrolle SA. Esta combinación de variaciones o supresiones
genéticas determinará la gravedad y los síntomas de cada persona con SA.
Herencia y genética
Hoy se conoce que los genes juegan un papel importante en los trastornos
del espectro autista como el Síndrome de Asperger, mucho más que en cualquier
otra alteración de índole neuropsiquiátrica. De hecho, el grado de
heredabilidad es superior al 90% y las probabilidades de que el siguiente
hermano esté afectado por el trastorno son 50 veces mayores respecto al resto
de la población. Sin embargo, hasta el momento no se han podido identificar los genes específicos
involucrados en el Síndrome de Asperger, aunque se conoce que se trata de un
trastorno genéticamente complejo en el que probablemente intervienen diversas
mutaciones génicas.
Por ejemplo, se sabe que las alteraciones más frecuentes se producen en
el cromosoma 15, específicamente en la región 15q11-13, así como en los
cromosomas sexuales (lo que explica la desproporción del Síndrome de Asperger
en niños y niñas). De manera similar, se han encontrado variaciones génicas en
ENGRAILED2, un gen relacionado con el desarrollo del cerebelo; en el cromosoma
17q del gen del transportador de serotonina; en el gen UBE3A y en el cromosoma
15q11-13 de varios genes vinculados al sistema gabaérgico.
Componente medioambiental
Otra de las hipótesis acerca de la etiología del Síndrome de Asperger
indica un componente medioambiental. Algunos científicos creen que el
desarrollo cerebral se modifica debido a la acción de sustancias tóxicas. Uno
de los sospechosos es el timerosal, una sustancia que se puede encontrar en los
dentífricos, en algunos medicamentos y en productos de limpieza. Se trata de un
tiosalicilato que contiene además, etilmercurio y, aunque se sabe que no tiene
transportadores hacia el cerebro y que se descompone con rapidez, muchos expertos
suponen que puede estar involucrado en el desarrollo del Síndrome de Asperger.
Asimismo, existe evidencia de que la exposición a productos químicos
como la talidomida y el ácido valpróico puede desempeñar un rol importante en
la etiología del trastorno. De hecho, se ha encontrado que un 5% de los niños
de embarazadas expuestas a la talidomida presentan síntomas autistas, una
proporción que resulta casi 30 veces superior en comparación a los niños de las
madres que no se expusieron a esta sustancia. Sin embargo, también existen
muchos niños y madres que han estado expuestos a estos productos y no han
desarrollado el síndrome, lo que lleva a los expertos a suponer que los
factores medioambientales influyen en la aparición del Síndrome de Asperger
pero no resultan determinantes sino que son tan solo un factor desencadenante.
Consecuencias
Este trastorno reduce las capacidades
sociales, comprensión de las emociones ajenas y de los estándares de
comportamiento. Ellos actúan con total sinceridad. Sin filtros, ni ataduras.
Los progenitores se sienten sobrecargados por el escenario que los
rodea. Enfrentar el reto de tener un hijo con Asperger, es algo para lo que
nadie está preparado. Todo padre al escuchar el diagnóstico de SA, pasa por un
momento de negación, antes de iniciar su inacabable lucha.
Al igual que en el resto de trastornos
psicológicos, en el Síndrome de Asperger las conductas y manifestaciones del
problema influyen en las áreas en las que se desarrolla el,
- Área académica o laboral: las consecuencias en este
área, van a depender del caso concreto. Algunas personas, con un nivel de
inteligencia de medio a alto, y con trabajos en los que se requiere
trabajar solo van a mostrar un alto rendimiento. sin embargo, las
relaciones sociales dentro del trabajo, así como con los jefes, pueden ser
complejas y generarles conflictos.
- Área de la salud: en este ámbito de la vida,
las personas con el Síndrome de Asperger suelen tener problemas en cuanto
a la comunicación con el médico. debido a su problemas de lenguaje y comunicación,
pueden tener dificultades en la comprensión de los síntomas y de las
directrices del médico.
- Área social: por último, una de las áreas más afectadas
suele ser la social. Debido a los intereses restringidos, a las
dificultades de interacción y comunicación las personas con Síndrome de
Asperger suelen tener problemas en sus relaciones interpersonales. Estos
problemas pueden ser por la dificultad para hacer actividades grupales y
la flexibilidad que ello requiere, por los problemas de empatía, etc.
Es de suma
importancia destacar que, también hay
consecuencias positivas para las personas
con SA; entre ellas se pueden mencionar:
- Fuertes valores
morales: sinceridad, compañerismo, bondad, defensa de los derechos humanos y
crítica de las injusticias que observan a su alrededor.
- Persistencia en
alcanzar sus metas y objetivos.
- Gran deseo de
superación.
- Personalidad sencilla,
ingenua y “transparente".
- Ausencia de malicia y
de dobles intenciones.
- Dominio de las
reglas sociales básicas.
ÉSTE PROBLEMA EN QUÉ AFECTA A MI HIJO EN ASPERGER ¡!YA QUÉ ERA UN HIJO NORMAL Y DESPUES QUÉ MI EX MARIDO ME ABANDONO ¿¡ MIS HIJOS ELIGIERON IRSE CON SU PADRE CON 22 AÑOS Y AHORA CON 28 AÑO LE DIANOSTICAN LA ENFERMEDAD
ResponderEliminarQue guay
ResponderEliminarJijijujuju
ResponderEliminarMe llamo Maris Candelaria y tengo minusvalia en el trompo de falopio
ResponderEliminarTengo 17 años y como que tengo el sindrome, todos los sintomas apuntan
ResponderEliminar